La Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha permitido que los autos de Red Bull Racing continúen participando en el Gran Premio de Malasia, aunque la suspensión de los RB4 está bajo estricta revisión.

Debido a la ruptura ayer de la suspensión delantera en el auto de David Coulthard al salirse de la pista en la curva 13, los comisarios llamaron a los directivos de Red Bull Racing, facultados en el Artículo 2.3 de las Regulaciones Técnicas de la Fórmula 1 en el que "se puede excluir un auto cuya construcción sea considerada peligrosa".

El máximo ente del automovilismo ha decidido no tomar ninguna medida en contra de la escudería austriaca, luego del informe detallado presentado por sus directivos e ingenieros. Gracias a esto, Mark Webber y David Coulthard han podido participar en la última sesión de entrenamientos libres.

Un incidente similar ocurrió en el pasado Gran Premio de Australia, cuando el piloto británico tuvo una colisión con Felipe Massa. Allí su RB4 terminó con la suspensión rota en la primera curva, mientras que el auto del brasilero no tuvo daños.